jueves, 6 de mayo de 2010

CARNE DE CERDO

Corte de Carne de Cerdo

La Carne de cerdo tiene magnificas propiedades nutricionales y es recomendada como un alimento de excelente calidad.
Su carne, más parecida a las blancas que a las rojas, es alta en proteínas, principal componente de los músculos y órganos, necesarias para crecer y reparar los tejidos del organismo.
Dependiendo del corte, la carne del cerdo es baja en grasa (magra). usualmente la parte trasera es más magra que la delantera.
La carne de cerdo es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, con casi 10 veces más vitaminas B1 que otras carnes. También posee minerales y sobretodo hierro.
Con respecto al colesterol, alrededor del 48% de su grasa contiene ácidos grasos monoinsaturados (similares a los del aceite de oliva) El consumo de este tipo de grasa contribuye a reducir los niveles de colesterol llamado Colesterol Malo o LDL y aumentar el llamado Colesterol Bueno o HDL.
A las personas que sufren de gota, les interesará saber que la carne de cerdo es una de las menos purinas contiene.

CORTES DE CARNE DE CERDO

CORTES DE CARNE DE CERDO

  1. Cabeza.

  2. Lomo Enrrollado.

  3. Bife de Lomo

  4. Asado.

  5. Patita.

  6. Tocino.

  7. Chicharrón.

  8. Chuleta de Lomo.

  9. Lomo Fino.

  10. Pierna sin hueso

  11. Chuleta de pierna.

En mercados, supermercados, camales.. pueblos/ciudades u otros expendios los nombres/cortes podrían variar.

CARNES

Nuevo concentrado de soja para mejorar la textura de la carne

carne

Una nueva gama de concentrados de proteína de soja se ha lanzado en Europa con el objetivo de aportar mayor valor nutricional y mejorar la estructura de algunos productos derivados de la carne. Estos concentrados retienen una mayor cantidad de agua y grasas, consiguiendo que el producto final tenga una mayor cantidad de proteínas con menos grasas. En los productos derivados de la carne la textura y la capacidad de unión del alimento al agua son propiedades cruciales ya que determinan la estructura interna y ésta directamente la textura del producto. Esto puede llegar a suponer un problema para los fabricantes de alimentos que se ven a veces incapaces de responder a las exigencias de los consumidores y elaborar productos que tengan un tacto agradable a la boca, al morder y al masticar. Una nueva gama de concentrados de proteína de soja se ha lanzado en Europa con el objetivo de aportar mayor valor nutricional y mejorar la estructura de algunos productos derivados de la carne. Los concentrados de soja se obtienen eliminando los hidratos de carbono (o azúcares) de las judías de soja desgrasadas, pero reteniendo toda la fibra posible. Se utiliza normalmente como ingrediente funcional o nutricional en productos tales como cereales, productos horneados y carnes. Cuando se utiliza para éste último, retiene mayor cantidad de agua y grasas, lo que mejora los valores nutricionales del producto, haciendo que haya mayor cantidad de proteínas y menor cantidad de grasas. Los nuevos concentrados, denominados: Arcon SB, Arcon SQ y Arcon SL actúan aumentando la estabilidad del producto durante el proceso de congelación-descongelación, facilitando la emulsificación y mejorando la textura de la carne y su consistencia entre un bocado y otro. Estos concentrados, libres de aditivos, están específicamente diseñados para carnes emulsionadas; perritos calientes, salchichas inglesas y la carne del Kebab, entre otros. Además ofrecen la oportunidad de reducir el volumen de residuos evitando el deterioro del producto por pérdida de gelatina o grasa, y reduciendo también el residuo que genera la elaboración de trozos o tajadas de carne. Arcon SL ofrece el mayor grado de compresibilidad, lo que proporciona elasticidad a la textura y lo hace más conveniente para el procesado de productos cárnicos. Arcon SB se ha calificado como la solución efectiva para los problemas de emulsificación y enlaces con el agua que presentan las carnes emulsificadas curadas. Arcon SQ crea una estructura firme y fácil de cortar adecuada para carnes picadas emulsificadas y gruesas. La compañía asegura que la introducción de esta gama de concentrados proporciona a los fabricantes de derivados cárnicos opciones “hechas a medida”; les permite obtener sus productos con propiedades mejoradas, escogiendo simplemente el ingrediente más adecuado cada vez, y además permite hacer una reducción de los costes usando ingredientes de menor precio.

INDUSTRIA CÁRNICA





Productos cárnicos

Embutidos

Es un alimento preparado a partir de carne picada y condimentada, introducida a presión en tripas aunque en el momento de consumo, carezcan de ellas. Un embutido curado el cual su componentes interactúan con sal, nitratos y nitritos principalmente, con el fin de mejorar sus características, en especial color y vida útil.

Clasificación de los embutidos:

  • Embutido crudos: aquellos elaborados con carnes y grasa crudas, sometidos a un ahumado o maduración. Ejemplo, chorizos, salami.
  • Embutido escaldados: aquellos a cuya pasta es incorporada cruda, sufriendo un tratamiento térmico de cocción y ahumado opcional, luego de ser embutidos. Ejemplo, mortadelas, salchichas tipo Frankfurt, jamón cocido.
  • Embutido cocidos: cuando la talidad de la pasta o parte de ella sé cocina antes de incorporarla a la masa. Ejemplo, morcillas, pate.
Componentes Básicos De Los Embutidos
Fundamentalmente es la carne picada, los productos difieren sobre todo es de la presentación, en condimentación y en los métodos de procesamiento utilizados. La composición básica de los embutidos son los compuestos carnicos, grasa agua, nitritos y nitratos, fosfatos, condimentos sustancias de relleno y sustancias, ligantes y en algunos se incluyen otros componentes como: preservante, antioxidantes y fijadores de color.

Los tres componentes principales de la carne son: agua, proteínas y grasas. El agua, se encuentra en mayor proporción, un 70% de los tejidos magros, las proteínas se encuentran en el músculo magro es de 22% y el de grasa es de un 5 un 10 %, el contenido mineral es de aproximadamente un 1%.En casi todos los tipos de carne procesadas, la extracción de proteína juega un papel decisivo. Si la proteína no es extraída no pueden realizar sus funciones fundamentales: las proteínas carnicas son el agente emulsificante de una emulsión carnica y actúan como el cemento entre las piezas de carne en el caso de los jamones. el contenido total de proteína es casi el 50% es de proteína mío fibrilar y el 15% de actina y el 35% miosina el resto consiste zarco plasmáticas y tejidos conectivo o proteína del estroma. la fracción de la proteína mío fibrilar es la más importante de considerar para lograr una buena liga, emulsión y gelificacion.

Componentes Optativos De Los Embutidos
El termino condimento se aplica a todo ingrediente que aisladamente o en combinación confiere sabor a los productos alimenticios, así, para sazonar los embutidos se usan mezclas de diferentes especias. Como ejemplos tenemos la pimienta negra, el clavo, el jengibre, la nuemoscada, el romero, la salvia y el tomillo, también edulcorante. Además se incorporan los sustancias no carnicas denominadas a veces ligantes y con menor frecuencias de relleno, emulsionantes o estabilizantes. También se le incorpora harina de trigo como sustancias de relleno y como estabilizante hidrofilia que se clasifican en goma, como es el alginato, el musgo irlandés, la goma arabica y la goma de tragacanto. De igual manera se usa ácido ascórbico y sus derivados los tocoferoles en especial en medio acuoso o grasos.

INDUSTRIA CÁRNICA


Nuestro mercado es rico en productos cárnicos, que podemos clasificar en función de muchos criterios:
• Por una parte, se distingue entre los que están formados por órganos o paquetes musculares completos, como puede ser un jamón (la pata trasera del cerdo), y los que se componen de carne
troceada, picada o reducida a una pasta fina, ya sea sola o mezclada con otros ingredientes (chorizo, salchichas, paté...).
• También hay diferencias según el tratamiento recibido por la carne:
– Los productos frescos suelen estar hechos con carne salada y especiada o con carne adobada con especias, aceite o vinagre, que le dan sabor y prolongan su conservación, sin que intervenga el calor en su tratamiento; pueden ser enteros, como el lomo de cerdo adobado, o picados, como las salchichas frescas.
– Los productos crudos curados parten de la carne fresca y no se tratan con calor sino que se dejan secar y "madurar" en cámaras de temperatura y humedad controladas. Pueden ser
piezas enteras saladas, como el jamón serrano, o adobadas, como el lomo embuchado. También pueden presentarse en forma de embutidos, mezclas de carne picada, grasa, sal, especias y otros
ingredientes que se embuchan en un trozo de tripa natural o artificial (chorizo, salchichón...).
– Los productos cocidos se fabrican con ayuda del calor. En el caso del jamón york o el lacón, se trata de piezas enteras tratadas con salmuera y cocidas en moldes durante unas 10 horas, a 70 ºC. También hay carnes picadas o pastas de carne como las salchichas de Frankfurt, fiambres como la mortadela o los chicharrones, morcillas, callos...
Etiquetado
• Las categorías comerciales de los embutidos se asignan según su proporción de proteínas (carne magra), colágeno (tejido nervioso), grasa y sustancias añadidas (hidratos de carbono, agua...); cuanto mayor sea la presencia de carne magra, mayor será la categoría comercial y la calidad del producto
Embutidos y productos cárnicos. Los productos cárnicos parten de una materia prima muy perecedera y son objeto de una importante manipulación. Para evitar riesgos, es fundamental escogerlos y conservarlos con acierto.
De todas formas, no se han fijado categorías para todos los productos y su número varía de unos a otros, siendo el máximo de cuatro. Se señalan mediante un fondo de color junto a la denominación comercial: rojo (extra), verde (primera), amarillo (segunda) y blanco (tercera).
• No siempre es obligatorio indicar el peso de los productos cárnicos, pues se considera que puede variar mucho a lo largo de su vida comercial (la curación, por ejemplo, no se detiene).
• La lista de ingredientes ofrece un acercamiento a las verdaderas características del producto, pues en ella verá si está hecho al estilo tradicional o abusa de los ingredientes tecnológicos y
de "relleno": fosfatos para retener agua, nitritos para dar un vivo color, glutamatos para conseguir un sabroso sabor, almidón, proteínas de soja y de leche para engordar el producto...
Saber comprar
• Cuando compre embutidos, recuerde que las categorías comerciales son un indicador de calidad bastante fiable. También puede guiarse por la lista de ingredientes (muy útil para los alérgicos a la leche o para los celíacos, que quizás no esperan encontrar proteínas lácteas o almidón en un
producto cárnico).
• No compre embutidos industriales curados y envasados en bolsas de atmósfera protectora que estén pinchadas. Tampoco los compre si muestran muchos hongos o mohos en su superficie. En general, cuanto más duro esté al tacto un embutido, más completa será su curación, lo que lo hará más sabroso y duradero.
• Si compra salchichas frescas, mejor que sean envasadas: cuidado con las superficies resecas, las bandejas con líquido y las fechas de caducidad cercanas.
¿Cuáles son las señas distintivas de un buen jamón curado?
El jamón serrano puede ser "ibérico"(el más apreciado), o "blanco”:
• El primero proviene de cerdos de raza ibérica criados en libertad, ya sean "de bellota" (se alimentan de bellotas), "de recebo" (en la etapa previa al sacrificio, acaban de engordarse con pienso) o "de cebo" (sólo comen pienso).
• El segundo proviene de cerdos no ibéricos, que se alimentan de pienso y tienen una movilidad reducida, lo que determina una textura y un sabor no tan exquisitos como los del jamón ibérico.
Sea cuál sea el que compre, fíjese en lo siguiente:
– El color del corte debe ser uniforme, pues eso indica un secado correcto; el color de la loncha debe ser igual que el de la pieza y no mostrar cristales de sal.
– Debe tener grasa repartida en cantidades pequeñas entre las estructuras magras, que no deben brillar mucho; es deseable una carne de dureza intermedia, que se pueda desmenuzar.
– La presencia de pintas blancas habla de una maduración larga, salvo que sean muy numerosas, en cuyo caso hacen sospechar que la materia prima estuvo congelada.
– Si se lo dejan probar, compruebe que no tiene una textura pastosa ni pegajosa ni un exceso de nervios o tendones; el sabor ha de ser ligeramente dulce, con un toque añejo; nunca muy salado, amargo, ácido, avinagrado o rancio.
– Es aceptable que tenga un olor similar al del queso, pero no a animal, frutas o humedad. No todo es jamón cocido
El jamón cocido siempre será de categoría extra o primera, pues sus versiones de menor calidad reciben otros nombres: “fiambre de jamón” (puede llevar almidón, soja y azúcares añadidos) o
“magro de cerdo cocido” (mezcla trozos de carne y fiambre cubiertos de gelatina). Para aprender a distinguir los rasgos que denotan un producto de buena calidad, vea las fotos.
Cómo distinguir un buen jamón cocido El borde de grasa debe ser grueso y estar bien adherido al jamón, nunca fino o inexistente, ni deshecho o despegado.
El corte debe descubrir la estructura natural de la carne; si no se aprecia, el producto tendrá mucha agua e ingredientes de relleno.
Un color rojo intenso es señal del uso de nitritos; un reflejo verdoso, de fosfatos.
Si el jamón está muy húmedo y transpira superficialmente, tendrá un exceso de agua añadida
(cobrada a precio de jamón).
Una textura con pequeños agujeritos es señal de una mala calidad higiénica o de un exceso de azúcar.
Cómo conservar Los embutidos curados artesanales se secan lentamente, lo que provoca un aumento de la acidez de la carne y una pérdida importante de agua, capaces de proteger el producto de los microbios alterantes y patógenos. Sin embargo, los embutidos industriales se secan en poco tiempo y no alcanzan la acidez necesaria ni pierden la suficiente humedad, por lo que su conservación es más delicada. Por eso es preferible meterlos en la nevera, protegidos por una película de plástico o dentro de un recipiente hermético. Todos los que vayan envasados en
atmósfera protectora empezarán a degradarse cuando se abra el paquete, por lo que se impone la refrigeración, al igual que con los productos cocidos, cortados en lonchas, cocidos, frescos
adobados, etc.
El jamón cocido debe conservarse en la parte más fría del frigorífico durante un máximo de 3 días para evitar el desarrollo eventual de patógenos como la listeria. Las salchichas frescas compradas a granel sólo duran un día y deben cocinarse bien y consumirse cuanto antes. Los productos enteros y bien curados pueden mantenerse en un lugar seco y ventilado, sin grandes variaciones de temperatura (no sirve el frigorífico). La zona de corte debe protegerse del resecamiento
y los insectos; para el jamón serrano puede usarse el tocino sobrante y una tela no muy tupida. Si ya están cortados en lonchas, guarde éstas en el frigorífico y sáquelas un rato antes de consumirlas para que se templen y suden, pues entonces podrá apreciar plenamente su olor, sabor y textura.
Qué riesgos Los productos cárnicos parten de una materia prima muy perecedera y están muy manipulados, por lo que existe el riesgo de que lleguen a nuestra mesa contaminados por
microorganismos patógenos y en particular por Staphylococcus aureus o Escherichia coli (ambos debidos a una manipulación poco higiénica), Salmonella o Listeria monocytogenes. La detectó la presencia de ésta última en diversas muestras de jamón cocido y chorizo tipo sarta, por lo que no debe menospreciarse su riesgo. La listeriosis, aunque poco frecuente, es muy grave (meningitis, fiebre, infecciones generalizadas, aborto de la embarazada...). Además, la listeria es capaz de crecer a temperaturas bajas, por lo que no conviene que los productos cárnicos se eternicen en la nevera, sobre todo cuando su destinatario es un niño, un anciano, una embarazada o un
enfermo.
Otro riesgo tradicional de los embutidos, el botulismo, se controla actualmente con el uso de nitritos y nitratos, que además avivan el color de la carne y la hacen parecer más fresca. Y
aquí llegamos al otro punto débil de muchos productos cárnicos: el abuso de ingredientes tecnológicos destinados a poner remedio a una higiene insuficiente y a disimular la falta de ingredientes de calidad.